“Entonces, es decidido,” le dice el sol a la piedrita. “Debo decirle al carámbanito que tu vienes a verle.”

“¡Muchas gracias, Señor Sol!” Ella responde, tan emocionado que apenas puede quedarse quieta. “Por favor, dígale que viajo a dónde el es ahora.”

“Por supuesto, mi querido amigo,” dice el sol. “Tengo una pregunta: ¿Sabes cómo vas a viajar allí?”

La piedrita piensa por un momento y luego responde. “Ay, no estoy seguro. Tengo algunas ideas, pero no sé que medio es mejor. ¿Tiene algunas recomendaciones para cómo debo viajar, Usted?”