Nuestro cuento comienza en el inicio de la primavera. En esta este día, Ramona caminó desde la iglesia a el al pueblo. De repente oyó gritos. Ella corrió hacia el peligro. Monstruos de las sombras atacaron atacaban el pueblo! Los Monstruos estaban brutalizando los aldeanos y estaban quemando el pueblo. Ramona vio un niño quien estaba huyendo. “Niño!” ella gritó. “Ve a la iglesia! Di a mi padre iluminar la señal de la guerrera!” El niño corrió a la iglesia. Ramona levantó su espada y corrió en la batalla. Los monstruos fueron fieros. Pero Ramona fue una gran guerrera. Ella usó su mágica magia para pelear. Sin embargo, dentro de poco ella supo que ella los no los pudo derrotaría solo sola. Ella necesitó la ayuda de la guerrera de las montañas!

¡Dios mío! ¿¡Qué va a pasar¡?

En esta tierra mágica, en el fondo de la montaña, al borde del vasto bosque, estuvo estaba un poblado. En este poblado pueblo vivían unos estancieros, unos mineros, y unos artistas. Los estancieros cultivaban grades campos de trigo dorado. Los mineros extraían joyas preciosas. Los artistas hacían magníficos muebles, joyas y ropa. En el poblado pueblo, había una gran iglesia en honor a Andrea, la guerrera de las montañas quien protegía el pueblo. Un sacerdote guerrero y su hija mantenían la iglesia. El sacerdote era viejo y sabio. Su cuerpo estaba cansado pero era un guerrero feroz. Su hija era hermosa y brillante como el sol. Ella tenía el pelo rojo y ojos dorados. Ella era inteligente, compasiva, y feroz. Cada día estudiaba los textos antiguos y se entrenaba en las artes mágicas. Un día ella se convertiría en la guardiana de la iglesia y protectora de la aldea. Su nombre era Ramona.

¡Excelente! Buenos usos del imperfecto 🙂

Está Este es un cuento de hace mucho tiempo. En una tierra de ríos azules, vastos bosques, y montañas altas llamada Vida De La Tierra. Una tierra de mágico magia. Siete guerreros poderosos protegen la tierra y el tesoro mágico escondido allí. Sebastián el guerrero de la tormenta. Alejandro el guerrero del ríos. Andrea guerrera de las montañas. Ignacio el guerrero de fuego. Gabriel el guerrero del sol. Renata la guerrera de la luna. Valentina guerrera de los espíritus. Con su protección, la tierra era pacífica. Pero había una oscuridad allá de las montañas. Solamente el soberano perdido puede detener la oscuridad. Esto Este es el cuento de los siete guerreros y el soberano perdido.

¡¡Excelente y muy creativo!! Estoy emocionada de leer los otros capítulos 🙂